30 Oct La seguridad, el terror de las empresas
Una nueva normalidad mucho más informatizada, exige revisar cualquier aspecto de seguridad, para garantizar las operaciones y el flujo de la información. Mientras algunos especialistas hablan de “distanciamiento digital”, nos hace pensar ¿Estamos seguros?
¿Qué está pasando?
Dentro de un ambiente normal de trabajo, la protección de la información y los activos digitales de una organización se encuentra contemplada fundamentalmente por la aplicación de políticas respectivas, donde conviven tanto herramientas propias para la seguridad, como aquellas prácticas saludables y recomendaciones a los usuarios.
El crecimiento del teletrabajo, a partir del confinamiento por el Covid-19 ha pateado el tablero de las decisiones de tecnología de buena parte de las empresas y las ha obligado a estar más atentas que nunca. Lo que era seguro, puede empezar a mostrar grises.
Un ejemplo claro de esto son las conexiones a internet. A diferencia de una conexión segura y cuidada en la oficina, las conexiones a internet en los hogares tienen como problemática el hecho de ser más vulnerables, al estar siendo utilizada por varias personas a la vez, desde diversos dispositivos. Los especialistas más extremistas hablan de un “distanciamiento digital” como una medida de prevención óptima para estos casos al buscar separar lo que es del trabajo de lo que es del hogar, cosa que no todos pudieran hacer, aunque quisieran.
Otros puntos a tener en cuenta
Permisos de Acceso: Al analizar el acceso a la información, más si se trata de sistemas integrados, una de las precauciones clave a tomar en cuenta es la gestión de los usuarios. Revisar qué permisos otorgar y reforzar controles sobre la autenticación, son dos medidas importantes para la protección de la información, al tiempo que ayuda a reducir costos innecesarios, como ser licencias extras para usuarios repetidos.
Plan de Contingencia: dentro de las medidas más importante que una Gerencia de Sistemas debe intervenir, es en el armado de un Plan de Contingencias y Plan de Continuidad, para que ante riesgos, se puedan tomar medidas rápidas, para proteger sistemas y servidores sin postergar la operación de la entidad.
Soporte: ante cualquier eventualidad, más en tiempos remotos, resulta necesario contar con opciones confiables de soporte (in-company o tercerizado), para garantizar la continuidad de los procesos de negocio.
Se puede ver que la protección de la información y los activos digitales de una organización, se hace más preciada en tiempos remotos. La necesidad de sostener niveles de actividad, lleva a revisar más minuciosamente algunos aspectos que quizás se podrían descuidar y a adoptar nuevas prácticas de seguridad. Esto sin dudas colaborará a tener empresas más inteligentes y la información más segura.
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